Fontainebleau Parte 2

Tercer día de escalada, sigue el frío, y las ganas de seguir blocando están intactas.  Llego a un acuerdo con Carles y Lega para ir donde el Karma, para intentar esta dura y clásica linea. Ellos acceden ya que tenemos objetivos comunes cerca y así satisfacemos nuestras ganas de encadenar.

No creo que tenga casi ni que mencionar cual es el bloque de la foto, ya que es de los movimientos mas míticos de todo el Bosque. Es el Karma, bloque que estuve probando mientras los dos máquinas le daban a unos proyectos suyos, después de encadenar el Bizarre Bizarre, Carles va directo a Le Moutton a 5 Pattes y Lega a Le Moutton a 6 Pattes. Yo mientras estaba enzarzado en lo que se había convertido en una cuestión casi personal en el Karma y no cesaba en la idea de llevarme ya un bloque duro el tercer día.
Tuve que retirarme ya que el brazo izquierdo me empezó a dar problemas, se me cargó y empezó a dolerme intensamente, con lo que tuve que retirarme a expensas de que se me pasara el agónico dolor. Mientras para deleitarme con la vista fui a ver a los dos máquinas en acción. El Carles mejoraba cada pegue y estuvo a punto de llevárselo, mientras que el Lega que se había metido en un problema mas ambicioso, al principio le costaba un poco  y al final estuvo bastante cerca de hacerse con el. El siguiente bloque en la lista de estos dos locos era Excalibur, le damos unos cuantos pegues, yo el brazo aún mal de doy 5 pegues seguidos, el resultado, el brazo izquierdo se me agarrota y se queda ausente de vida y fuerza alguna, por lo que desisto y paro hasta nuevo aviso del brazo. Estos siguen dándole pero el cansancio hace mella.
 Después de que cada uno tuviese su dosis de reventada particular vamos dirección al Bas Cuvier, donde pruebo y hago al segundo pegue Fluïde Magnetique, un bonito y precioso 7b+.

En Fluïde Magnetique, un bloque que recomiendo a cualquiera enamorado de los romos. Llegado este punto tengo que decir algo que me impacto mucho en el viaje. Como e comentado anteriormente nunca había escalado con tanto frío y la adherencia era muy buena, pero hasta que no probé este bloque y lancé al romo gigante donde tengo la mano derecha no entendí el significado de la palabra adherencia extrema. Os juro que lancé con todo a ese plano, como si fuera a darle a alguien un bofetón con toda la mano abierta y con carrerilla y la mano se quedo pegada y ni se movió. Os prometo que nunca había experimentado algo parecido nunca, fue un momento mágico e irrepetible.

Otra toma en el Fluïde Magnetique, en el paso clave. Después de esto probé el Neverland, pero sin éxito alguno, ya que no entendí nada debajo de ese techo. Después nos acercamos al bloque La Maestranza del boulder, un precioso bloque. Mientras que doy una vuelta me encuentro con dos escaladores y me paro a contemplarlos. Cuando pasa un rato reconozco a uno de ellos, era Rafa, un gran amigo mio con el que competía en las compes juveniles. Ellos estaban probando La Balance (sin el tallado) 8a. Me motivo de nuevo al ver a mi amigo y no lo dudo nada, me calzo en un momento los gatos y le doy un pegue al flash.

La Balance (sin tallado) 8a, que me llevé al flash, por eso no es muy buena la foto, no les dio tiempo ni a colocarse a los dos maquinas. Después del encadene me animo y le doy a la combinación Bérezina-Carnage sit start, un buen 8a que me llevo al segundo pegue y que apunto estuvo de caer al flash.

En Bérezina-Carnage sit start 8a, como se aprecia en la foto los romos son malos, pero las condiciones tan buenas no ponen ni traba ni problemas y es cuando uno fluye, como el agua por el lecho de un rió. Después de esto le doy unos pegues para las fotos a La Maestranza del Boulder, y después de esto nos replegamos para prepararnos al próximo día. La jornada a transcurrido, la noche a llegado y toda la motivación es nuestra.

La Maestranza del Boulder, un 7a Five star.